jueves, 5 de diciembre de 2013

Recuerdos de plástico

Que bonito es Diciembre, la fiestas, las posadas, las tradiciones, etc.

Ya esta empezando el mes, y se ven la casas llenas de foquitos y personajes luminosos adornando los jardines grandes y pequeños.

Creo que no recuerdo la primera vez que vi un árbol de navidad, ni la primera vez que Santa Claus me trajo un regalo, pero si recuerdo que al día siguiente salíamos a la calle y estaban todos los niños con sus juguetes nuevos emocionados y desesperados por jugar y jugar y jugar hasta terminar cansados.


Mi juguete favorito fue un muñeco de plástico que media como unos 40 cm, aproximadamente unas 18 pulgadas.  Era tan bonito, cabeza redonda con el cabello dibujado de plástico, ojos azules brillantes como canicas, pestanas rizadas y sus ojitos se abrían y cerraban. Estaba vestido como marinero y tenía unos zapatitos blancos.  

Recuerdo como recibí ese regalo.
No se muy bien como y porque pero fue después de navidad, estábamos afuera de la casa mis hermanas y yo jugando o haciendo algo ahí para pasar el tiempo nada mas. Mi mama salió de la casa y señaló a un carro.
Ahí venia mi papa manejando y se estaciono justo frente a nosotras.  Al bajar del coche traía una bolsa de plástico muy grande, grandísima, enorme para mí que en ese entonces tenia 6 añitos, sonreí inmediatamente al ver el logotipo de la bolsa.

Una juguetería muy famosa en México se llama Julio Cepeda, le dicen el paraíso del juguete porque es grandísimo y encuentras todo, en realidad es un paraíso si eres menor de 12 anos o te gustan los juguetes.

Retomando el tema de como llego a mis manos ese maravilloso juguete, estaba emocionadísima esperando que mi papa terminara de bajar esa bolsota de plástico del carro, y entonces comenzó con el mas chiquito que era mi hermano, yo no recuerdo que le dio a él o a mi hermana mas chica, pero recuerdo cuando fue mi turno. 

Saco de esa bolsototota una caja grandísima con un diseño floreado de colores rosa, amarillo, verde tierno y una fotografía de un bebe de plástico parado ahí sonriendo. Cuando lo vi de frente y lo tuve entre mis manos no me importo romper la caja y dejarla tirada no recuerdo donde, lo único que quería era ese bebe que estaba ahí adentro.

Reí y jugué mucho ese día, dormía con el, lo banaba, le compraba ropa de bebe, lo disfrazaba en Halloween o en Navidad, le pinte el cabello de colores para que se viera mas real y mas vivo.
Ese juguete de plástico que no tenia envoltura de navidad ni recibí el día exacto de abrir regalos estuvo conmigo hasta hace algunos anos que lo guarde tan bien guardado que no lo he encontrado.

Ahora que han pasado mas de 20 anos de ese día, lo sigo recordando y sigue haciéndome sonreír al visualizar a mi padre sacando esa maravillosa caja floreada de la bolsa de plástico, recuerdo y me veo ahí con mi sonrisa de oreja a oreja y me veo ahora con esa sonrisa al escribir mi recuerdo de ese muñequito de plástico que no solo fue mi bebe y mi juguete favorito, sino también mi amigo, guardián, compañero y guarda secretos desde la infancia y sigue estando en mi mente para hacerme sonreír nuevamente como lo hizo ese primer día.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario